ESTO FUE LO QUE DIJO UNA MUJER CUANDO LE DIJERON QUE UNA CESÁREA ERA EL “CAMINO FÁCIL”

Como ya he comentado en otras ocasiones, los tres partos de mis tres hijos fueron muy diferentes. El primero fue por cesárea después de ver que el bebé sufría bradicardias con cada contracción, el segundo fue vaginal, prematuro, tras varios días con contracciones, y el tercero fue vaginal y duró apenas dos horas.

De los tres, el tercero fue el más fácil, claro, pero en todos íbamos al hospital con el mismo deseo de…

-que todo fuera bien, y ese sentimiento oculto de preparación por si algo iba un poco mal. Tres partos diferentes que no hicieron que Miriam fuera más madre, ni mejor madre, ni peor madre, ni nada por el estilo, porque madre es, al final, toda mujer que ama y cuida de sus hijos.

Probablemente por eso Raye Lee se enfadó muchísimo cuando después de dar a luz por cesárea alguien le reprocha haber escogido “el camino fácil” de tener a un bebé. Su respuesta se ha hecho viral y es digna de compartir.

Así es que como lo tituló hace unos días, como advertencia de que lo que íbamos a leer era largo y dramático. La historia de su cesárea después de que alguien le dijera esto:
Oh, ¿una cesárea? Así que, en realidad, no has dado a luz. Debe haber sido agradable para ti coger el camino más fácil para hacerlo.

Con sarcasmo, ironía, y un lógico y notable enfado, explicó que sí, que por supuesto había cogido el camino que consideró que más le convenía después de un trabajo de parto de 38 horas antes de que el bebé empezara a mostrar signos de sufrimiento y su corazón prácticamente se detuviera con cada contracción.

Porque el hecho de que al principio le dijeran que estaba haciendo un gran trabajo dilatando y que no iba a necesitar una cesárea, y que luego de repente le dijeran que la iban a preparar para hacerle una cirugía abdominal mayor no fue para nada un shock para ella(imaginad lo convulso que es que te convenzan de que todo va perfecto y no necesitarás cesárea y de repente te digan que todo acabará, no solo como no esperabas, sino también como ellos no esperaban).
Además, eso no tenía nada que ver con el hecho de…

-que no había nada que ella pudiera hacer para salvar la vida de su bebé (ese momento en el que pierdes el control del parto y ya no depende de ti, sino de otras personas que tienen que hacer todo lo posible por que el bebé nazca bien y la mamá no tenga problemas), por no mencionar que se trata de una cirugía cuya recuperación es súper rápida y simple (ya sabemos todos que no suele ser así).

Pero no, hasta aquí era sarcasmo
Rayan siguió su comentario dejando atrás el sarcasmo para explicar que había sido el momento más doloroso de toda su vida. Que ahora forma parte de esas mujeres que con una cicatriz demuestran que las cortaron para sacar a su bebé y han vivido para contarlo, por ser la muerte uno de los riesgos de una cirugía así.

Después relató el momento, cómo lo vivió, cómo lo recuerda:
Que te saquen a un bebé de una incisión que solo mide 12 cm de largo, pero que es estirada, desgarrada y abierta hasta que todo se rompe para pasar a través de tus capas de grasa, músculo y órganos es una experiencia completamente distinta de lo que había imaginado que sería el nacimiento de mis hijos.

No fue agradable en ese momento para ella, ni ahora que ya ha pasado un tiempo lo siente así. Porque, como dice, se usan los músculos centrales del abdomen para casi todo:
Ni siquiera sentarte, imagina no ser capaz de usarlos porque te los ha desgarrado y destrozado un médico y no hay posibilidad de repararlos en por lo menos seis semanas, porque tu cuerpo tiene que hacerlo de manera natural.

Y es que no puede entender cómo alguien puede llamar “camino fácil” a algo que te puede dejar tan incapaz justo cuando más necesitas estar disponible:
Cuando la primera enfermera te pida que intentes salir de la cama y el dolor de tu cuerpo cortado en pedazos y cosido de nuevo te atraviese, entenderás la ironía de que alguien hable de ello refiriéndose al “camino fácil”.

Finalmente, explicó lo fuerte que ha decidido sentirse a raíz de esta experiencia, para no hacer caso a las críticas, a opiniones que no buscan sino hacer daño, para así poder dedicarse a lo realmente 

importante:

Soy la mujer más fuerte, de las que conozco. No solo por mí misma, sino sobre todo por mi precioso hijo… voy a poner mi empeño en ir hacia delante y pasar por encima de todo esto para ser capaz, cada día, de ver su carita sonriente.