El Internet y las redes sociales pueden ser tanto una bendición como una maldición a la vez. Esto es algo que una madre aprendió de la forma más dolorosa. Su historia debe ser conocida por todo el mundo y cada quien debe sacar sus propias conclusiones. Es por el bienestar de nuestros hijos.
Imagina que navegas en Facebook y recibes una solicitud de amistad de un total desconocido. No conoces nada de él o ella. Pero la imagen de su perfil es bastante agradable y también lo es el modo en que esta persona escribe. A continuación aceptas la petición. Así de sencillo. ¿Qué es lo peor que podría ocurrir?
Pronto habrás olvidado algo sumamente importante: Tu pequeña hija o hijo quedará registrado en la red. Estás tan orgulloso de tu descendencia, el atuendo tan lindo que llevará ese gran día. Subes una de las fotos más bellas de tu perfil de Facebook. Incluso escribes algo como: “¡Qué día! ¡No puedo creer cuánto ha crecido mi bebé!”, como toda orgullosa madre, lloras de felicidad. Incluso vinculas el nombre de la escuela y la subes a Facebook con unos cuantos clics. ¡Listo! Sin embargo, las consecuencias son terribles…
Lo que sucede en secreto es inimaginable. Ese desconocido, a quien añadiste a tu lista de amigos hace uno días, ¡ya ha descargado esa foto, y la ha subido a un catálogo en línea que envió a cientos de hombres en todo el mundo! Entonces ha escrito:
“¡Sangre joven, niña alemana! ¡Aún no cumple los seis años! ¡Ojos azules, rubia! ¡Sólo 5.000 euros!”
Tú no te enteras de nada porque ocurre a tus espaldas. El horror llega a tu vida unas pocas semanas más tarde, llegas a la escuela a recoger a tu hijo ¡Pero él no está ahí! Le preguntas a todo el mundo en un llanto desesperado: ¿Alguien ha visto a mi hijo?
¿Qué ha sucedido con tu pequeño? No entiendes lo que está ocurriendo. Pero todo esto no hubiera sucedido si no hubieras cometido ese grave error. Si tienes suerte y tu pequeño está a salvo, sólo tendrás que vivir con la desagradable sensación de saber que la imagen del mayor tesoro de tu vida ha terminado en un catálogo para hombres que molestan niños. Por consecuencia: ¡Piénsalo dos veces antes de agregar un desconocido a tu lista de Facebook! Es preferible tener un amigo menos antes de experimentar tanto terror.
