Causas y tratamientos de las infecciones vaginales
Las infecciones vaginales son verdaderamente molestas para una mujer. Estas suelen estar relacionadas con la vaginitis, una inflamación de la vagina, y se caracterizan por pérdidas y picores. Existen varias formas de infecciones vaginales, en función de las diferentes causas respectivas. En esta entrega conoceremos las principales causas y tratamientos de las infecciones vaginales.
Infecciones vaginales más comunes
Vaginitis
Las causas más corrientes de la vaginitis son las infecciones de hongos, la vaginosis bacteriana, la vaginitis de Tricomonas (esta infección vaginal puede ser transmitida por contacto sexual), la dermatitis de contacto o alérgica (química). Las verdaderas causas de la vaginitis no pueden ser determinadas más que basándose en los síntomas o la exploración física. De hecho, los tests de laboratorio se hacen a través del microscopio para diagnosticar correctamente las secreciones vaginales.
Micosis vaginal
La micosis vaginal es la infección vaginal más frecuente en la mujer, y está provocada por la proliferación de hongos. Estas se manifiestan a través de pérdidas vaginales blanquecinas, picores intensos, y a veces a través de una sensación de escozor a la hora de orinar. En todo caso, las infecciones por culpa de hongos no son graves, solamente pueden causar dolores y picores.
Esta infección suele estar causada por una bacteria. Al parecer, no se transmite por contacto sexual. Esta afección suele ir acompañada de pérdidas vaginales blanquecinas, grisáceas o amarillentas, con un olor desagradable que suele hacerse más fuerte tras una relación sexual o tras limpiarse con jabón. También suele presentarse con picores, sensación de escozor, enrojecimiento e hinchazón de la vagina y de la vulva.
Tratamientos para las infecciones vaginales
Las infecciones vaginales causadas por hongos pueden ser tratadas con una crema de uso tópico, o con un medicamento en forma de supositorio que se inserta en la vagina.
Estos medicamentos en forma de crema pueden aplicarse sobre la vulva para aliviar los picores externos. En todo caso, más vale pedir consejo a un médico. En caso contrario, se deben respetar ciertas reglas de higiene íntima femenina: darse un baño o una ducha de forma regular, secando bien la zona de los órganos genitales. Después de defecar, se debe limpiar bien la zona de delante hacia atrás, para impedir que se transporten bacterias desde el ano hacia la vagina.
Se deben evitar los aerosoles para la higiene femenina, con el fin de prevenir a la aparición de reacciones alérgicas. En todo caso, y si se quieren aplicar estos productos, conviene hacerlo de forma moderada, evitando que se introduzcan en la vagina. Igualmente, se debe evitar la ducha vaginal.
No se debe usar papel higiénico de color, ni perfumado, ni tampoco compresas o tampones, ni baños espumosos. No olvides retirar el tampón usados al cabo de 3 horas, un tampón olvidado puede provocar fuertes irritaciones vaginales.
En resumen, el cuidado de las partes íntimas es algo que toda mujer debe realizar con extremado cuidado, evitando los productos químicos irritantes, y siempre mantener una correcta higiene íntima, pero sin llegar a irritar la vagina.
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