Más del 80% de las muertes ocurren en el hospital. Atrás han quedado los días en que veíamos a los muertos en casa, donde todos los parientes se reunían para dar el último homenaje al difunto y donde veíamos pasar regularmente la procesión de familia y amigos por las calles siguiendo un coche fúnebre.
La consecuencia de esto, es que la mayoría de nosotros ya no tiene ninguna familiaridad con la muerte. No sabemos qué aspecto tiene. Ya no sabemos cómo comportarnos ante ella.
Nadie sabe el día ni la hora de la muerte y es por eso que es mejor estar preparados.
Para cuando esto suceda, te puedo decir por experiencia que simplemente saber los signos de que la muerte se está acercando, te hará dominar mejor el momento y el terrible dolor que pueda sentir la persona enferma.
Así que aquí están seis señales de que la muerte está cerca y lo que hay que hacer a continuación
Pérdida de apetito
Cuando la muerte se acerca, las necesidades de energía disminuyen. La persona comienza a resistirse o negarse a comer y beber y acepta sólo una pequeña cantidad de alimentos blandos. La carne es un alimento difícil de digerir. En la proximidad a la muerte, la persona puede llegar a ser incapaz de tragar.
¿Cómo reaccionar?
No hay que forzar la alimentación. Puedes ofrecer una pequeña pieza de sorbete o helado o un sorbo de agua. Pasa una toalla húmeda y caliente alrededor de la boca y aplica un bálsamo labial para mantenerlos húmedos y que estos no se agrieten.
Fatiga y sueño excesivo
La persona enferma duerme la mayor parte del día y de la noche, puesto que el metabolismo se ralentiza y el bajo consumo de alimentos y bebidas contribuyen a la deshidratación. Se hace difícil despertar. La fatiga es tan fuerte que la persona ya no es capaz de saber lo que está pasando directamente a su alrededor.
¿Cómo reaccionar?
Hay que dejar que la persona duerma. Evitar despertarla de repente. Vamos a suponer que todo lo que decimos puede ser escuchado por esta persona enferma, porque la audición sigue funcionando incluso cuando la persona está inconsciente e incluso en coma.
Debilitación
La falta de alimentos y el agotamiento puede debilitar tanto a una persona, que esta será incapaz de levantar la cabeza o incluso de beber a través de una pajita.
¿Cómo reaccionar?
Ayuda a que la persona enferma se sienta más cómoda.
Confusión mental
El cuerpo está empezando a no funcionar, incluyendo el cerebro.
¿Cómo reaccionar?
Hay que tranquilizarse y mantener la calma. Hay que hablar con la persona con suavidad y explicar quién eres cuando te acercas.
Dificultad para respirar
La respiración se vuelve irregular, difícil. Puede haber una fuerte inhalación profunda seguida de un descanso que puede durar entre cinco segundos y un minuto antes de volver a respirar fuertemente. Esto también se conoce como “apnea del sueño“, que es causada por las variaciones de alta presión arterial y la concentración de dióxido de carbono en la sangre.
¿Cómo reaccionar?
La apnea y el traqueteo puede ser molesto para los presentes, pero la muerte no es consciente de estos cambios en su respiración. Una vez más, hay que centrarse en la comodidad de la persona.
Las posiciones que pueden ayudar a mejorar la respiración son tener la cabeza ligeramente levantada o inclinar al enfermo hacia un lado.
Aislamiento social
Poco a poco, ya que el cuerpo deja de funcionar, la persona que muere pierde interés en las personas que lo rodean. Se puede dejar de hablar, dejar de contestar preguntas o simplemente darles la espalda.
Unos días antes de cortar con su entorno, la persona a veces puede sorprender a su familia con un derramamiento final de alegría y afecto que puede durar menos de una hora y hasta un día entero.
¿Cómo reaccionar?
Hay que ser conscientes de que esto es una parte normal del proceso de la muerte, que no tiene nada que ver con la relación que tuvo con la persona. Disfruta de inmediato el momento de lucidez que la persona enferma tenga, porque esta lucidez desaparecerá rápidamente.
Fuente:antidotonatural
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